miércoles, 4 de julio de 2012

Estos libros tienen arte



Ya hemos visto libros cocinados, cultivados, reciclados, mutilados... Parece que recientemente las páginas impresas están en el punto de mira de los artistas plásticos, y a través de internet asistimos a un fluir constante de obras de arte cuyo principal (o único) material son los libros.

Paula Swisher consigue insuflar vida a los aburridos manuales técnicos pintando en sus páginas gráciles pajarillos, y Kyle Kirkpatrick usa además un bisturí y añade figuritas humanas para recrear paisajes inquietantes.



Y paisajes (con evidentes rasgos románticos) son las maravillosas obras de la naturaleza que Guy Laramee extrae de los libros: montañas, glaciares, mares embravecidos...


 


Aún más aburridos que los manuales técnicos son las guías telefónicas, libro inútil donde los haya (a pesar de lo cual estos tarugos amarillos siguen ensuciando las porterías y los descansillos de nuestros edificios, primero, y ocupando un lugar precioso en nuestras diminutas casas, después). Tal vez podríamos mandárselos a Kristiina Lahde, una artista que ha logrado darles valor estético después de formar delicados entramados con sus páginas (a mí me recuerdan a los tambores de las lavadoras).

 
Y siguiendo con el arte de la escultura, aquí os presentamos un iglú que os dejará helados, construido únicamente con libros encajados entre sí e instalado por el artista colombiano Miler Lagos en una galería de Nueva York.




Y para terminar, aquí tenéis un ejemplo de "la palabra de Dios deconstruida", según define esta serie su autora, Meg Hitchcock. Mediante la técnica del collage y un trabajo de filigrana cuyo resultado podría compararse a un mandala, esta artista emplea en sus obras textos de carácter religioso.




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